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Hacer bien tu trabajo No es suficiente. COMO AUTOMOTIVARSE EN EL TRABAJO. Mejora tu eficacia 6.

Todos atravesamos por malos momentos en el trabajo. Momentos en los que parece que todo lo que hacemos carece de sentido. Es entonces cuando debes ser tenaz, permanecer en la tarea, no desanimarte cuando algo no salga bien, no caer en el desaliento y ordenar tus emociones al servicio de un objetivo esencial.   


Automotivarse en el trabajo. Lo puedes leer en 5  minutos

                                                                                              Anécdota de la ranita sorda.

Un grupo de ranas viajaba por el bosque y, de repente, dos de ellas cayeron en un hoyo profundo.

Todas las demás ranas se reunieron alrededor del hoyo. 

Cuando vieron cuán hondo era el hoyo, le dijeron a las dos ranas en el fondo que para efectos prácticos, se debían dar por muertas.

Las dos ranas no hicieron caso a los comentarios de sus amigas y siguieron tratando de saltar fuera del hoyo con todas sus fuerzas.

Las otras ranas seguían insistiendo que sus esfuerzos serían inútiles.

Finalmente, una de las ranas puso atención a lo que las demás decían y se rindió. Se desplomó y murió.

La otra rana continuó saltando tan fuerte como le era posible.

Una vez más, la multitud de ranas le gritó que dejara de sufrir y simplemente se dispusiera a morir. Pero la rana saltó cada vez con más fuerza hasta que finalmente salió del hoyo.

Cuando salió, las otras ranas le preguntaron:

- ¿No escuchaste lo que te decíamos?

La rana les explicó que era sorda. Ella pensó que las demás la estaban animando a esforzarse más para salir del hoyo. 

La rana sorda, se automotivaba. Daba igual lo que dijeran las demás ranas, no las podía oír. 
Orientaba su esfuerzo con toda su energía hacia conseguir el objetivo.
… … … … …

Una rana perdió la motivación, la otra no dejo de automotivarse 


Al igual que en el caso de las dos ranas, a los profesionales nos sucede lo mismo con la motivación y la desmotivación. 

Hay que reconocer que automotivarse en el trabajo no siempre es tarea fácil.

 

La motivación de las personas en el trabajo depende:


·    De aspectos externos como las condiciones laborales, el estilo de dirección, el entorno laboral, los compañeros.
·        Pero sobre todo de aspectos internos: de la propia  disposición a automotivarse.

 

Aspectos externos de la motivación   (y desmotivación).

 

Hay empresas que hacen esfuerzos por motivar a sus empleados con el objetivo de tener un equipo motivado y conseguir que la Empresa funcione adecuadamente tanto en la consecución de resultados como en la dinámica interna que conduce a ellos. Las personas motivadas elevan su nivel de compromiso, responsabilidad y dedicación al trabajo lo cual incrementa los logros y los beneficios para la empresa y el profesional.

Un profesional motivado trabaja con rigor, es productivo, no requiere ningún control y está satisfecho con su tarea. Al contrario, cuando el empleado entra en la espiral de la desmotivación, toda su carrera se resiente, empeora su eficacia, sus resultados y la empresa se resiente. Algo de responsabilidad tienen en esto los jefes.

Los líderes, jefes, directivos de las empresas son los que abren posibilidades, los que generan la ilusión realista en sus colaboradores, los que crean el espacio para que el propio colaborador se pueda automotivar. Eso exige del líder fórmulas de gestión diferentes, creativas, innovadoras, que las empresas punteras ya están experimentando, quizás por eso son punteras y líderes. Recordemos que las empresas líderes son las que mejores resultados obtienen, en las que más a gusto se trabaja y las que mejores resultados y mayores beneficios obtienen.

 

Por el contrario

Un profesional desmotivado reduce la productividad hasta un 50%, aumenta el absentismo y la rotación laboral. La desmotivación produce frustración e insatisfacción, que a su vez provocan problemas laborales, sociales y de salud. 
La remuneración o salario, estatus, seguridad, dirección, relaciones humanas, política, normas, procedimientos de gestión de la empresa, relación con los superiores y condiciones del trabajo son normalmente causa de insatisfacción.

Cuando percibimos que somos tratados con poca atención y justicia por la empresa, desarrollamos sentimientos de insatisfacción en el trabajo.
Los agravios comparativos con otros compañeros, la falta de reconocimiento, la privación de participación, el rechazo continuo de nuestras ideas, la desinformación, la desconfianza, la incongruencia de los objetivos y un trabajo aburrido, monótono e irrelevante desencadenan el proceso de desmotivación que se desarrolla en las siguientes fases:

·       Primero, la confusión o incredulidad. Fruto de la discordancia entre lo que consideremos que son nuestras funciones en el trabajo y lo que realmente estamos realizando. 
·          Segundo, la indignación. Una vez que nuestro superior rechaza continuamente nuestras ideas y se inmiscuye en nuestro ámbito de decisión y actuación. 
·        Tercero, la esperanza inconsciente. Pensamos que se pueden alcanzar los objetivos a pesar de las incongruencias de nuestro jefe. En esta fase anhelamos situaciones o empleos anteriores. Echamos de menos tiempos mejores.
·       Cuarto, la depresión. Una vez que el conflicto con nuestro superior ya es abierto, y amenaza también la relación con el cliente. El orgullo y la  satisfacción laboral están heridos de muerte. Ante esta situación, se suele adoptar una actitud pasiva, desarrollando el trabajo sin energía, con desilusión, desgana y apatía. 
·      Quinto, la falta de cooperación. Desaparecen la iniciativa, el ímpetu, la autonomía, entramos en una fase en la que queremos redefinir nuestro trabajo, nos negamos a cooperar más allá de lo estrictamente imprescindible: “eso no es de mi competencia”, “yo no me encargo de eso”, “esa no es mi responsabilidad”…
·        Por ultimo. La fase final. En la que el individuo opta por dos soluciones:
·    
§  Abandonar la empresa o
§  Aceptar el trabajo como una obligación que dura ocho horas y ni un solo minuto más.
… … … … …

¿Te son familiares las situaciones de este proceso?
¿Cuántas veces las ha visto o sufrido?
… … … … …

Aspectos internos de la motivación ( o desmotivación).

 

No es fácil superar la desmotivación que no da nada y sí que quita mucho. Pero lo importante es que nosotros mismos somos los que gestionamos nuestra propia motivación.

Nosotros gestionamos nuestra disposición a automotivarnos.

A partir de los deseos, que van más allá́ de las necesidades, se abre el camino de la automotivación.
La verdadera motivación va de dentro hacia afuera y es fruto de un profundo compromiso con uno mismo para alcanzar las metas que se proponga.
La automotivación es el medio por el cual podemos alcanzar el nivel de entusiasmo deseado para conseguir el máximo nivel de eficacia profesional, conseguir nuestros mejores logros, objetivos y alcanzar el éxito profesional.

Tienes que seguir siendo un profesional, y sea cual sea el motivo que te ha llevado a la desmotivación, tienes que luchar contra ella y lo que es más importante puedes luchar contra ella, hay técnicas de automotivación que te  van a ayudar a superar aquellos momentos en los cuales todo lo que realizamos carece de sentido.

Aunque reconozco que, como decía arriba no es fácil. A mí personalmente me funcionan y te invito a que las utilices, no pretendo convencerte, al contrario veras como son todas de sentido común.

¡Muchas Gracias por tus cinco minutos!
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¿Cómo incrementar la automotivación?

Acepta la realidad y a los demás tal y como son.

Te gustaría que las cosas fuesen de otra manera, que todo sucediera de la forma que tú  consideras más justa, pero no es así: “Las cosas son como son”. Para empezar a gestionar tu automotivación tienes que aceptar la realidad, te guste o no, y debes basarte en como son las cosas y las personas y no en como piensas que deberían ser. En lugar de exigir a las circunstancias y a los demás que se amolden a tus deseos:
¡¡Acéptalos tal como son!!
Si no lo haces caerás en la decepción y la desmotivación.
Nadie es pefecto, lo sabes, pues acéptalo. No significa que estés de acuerdo pero, qué sentido tiene enfadarse con alguien por ser como es, salvo la frustración. Tienes que ser indulgente, piensa que si las personas tienen limitaciones no se les puede exigir que hagan todo bien. Conoce bien a tus compañeros para saber lo que puedes esperar de ellos y lo que no y en vez de centrarte en sus defectos, céntrate en lo que pueden aportar.

Tú eres el protagonista, no la víctima.

Deja de considerarte víctima de las circunstancias y pasa a ser protagonista de tu propia vida. Cambia tu forma de pensar y oriéntala a considerarte el autor de tus acciones y el responsable de lograr tus objetivos.
Afronta la vida con un actitud positiva.
Citaré a Churchill cuando decía: “un optimista ve una oportunidad en toda calamidad y un pesimista ve una calamidad en toda oportunidad”.

Acéptate cómo eres

Eres humano, no eres perfecto, no cometas el error de autoengañarte. Tú sabes que haces bien y cuáles son tus defectos. Aprovecha tus fallos y tus errores para mejorar esos aspectos, todos aprendemos a base de caer y levantarnos, corregir el error para no volver a caer.

Reconoce tus fallos, valora tus aciertos,
Acepta con naturalidad unos y otros y parte de ese punto para conseguir tus objetivos. Un factor muy importante de la automotivación es el aprendizaje constante, una vez que conoces tus carencias, amplia tus conocimientos y desarrolla tu potencial.

Averigua qué es lo que te desmotiva

Normalmente, no todo es negativo. Localiza los  aspectos desmotivantes (un mal jefe, un salario estancado… ) y los motivantes (un trabajo que te gusta…), ponlos en una balanza y se objetivo en el análisis. Establece tus recompesas,

Valora lo que deseas y si es posible conseguirlo en la empresa.
Es posible que puedas eliminar algún factor negativo. Analiza la situación y si las ventajas superan a las dificultades, es posible que no estés tan mal como creías, o es posible que si, en cualquier caso tendrás un diagnóstico claro.

Se proactivo y no reactivo.

La gente que quiere conseguir algo, lo logra. Lo que sucede muy a menudo es que la gente no sabe lo que quiere conseguir, muy pocas personas hacen ese ejercicio, la mayoría reaccionan ante las circunstancias.  No permitas que los obstáculos en tu camino frenen tu avance.

Actúa para conseguir tus objetivos, no esperes que las cosas pasen.
La proactividad nos conduce a tomar la iniciativa de hacer lo que resulte necesario y realizar la tarea. La proactividad genera motivación, actuar siendo reactivo genera lo contrario. Sea lo que sea lo que decidas hacer, hazlo ya.

Establece objetivos, metas y logros relevantes

El desafío impulsa la automotivación. Cuando te propones algo concreto, aprender windsurf o conseguir un cliente, tu automotivación aumenta, pones ilusión y haces el esfuerzo por conseguirlo.
Cuando te propones un reto tiendes a estar motivado, mientras que si no lo haces te acomodas y pierdes motivación. Las metas motivadoras, deben suponer un reto y ser realistas, si te propones algo imposible, jamás lo conseguirás y te desmotivarás. Metas relevantes, cuanto más relevancia tenga  más motivante será. Para un jugador de futbol es más motivante ganar la liga que el partido del domingo. La motivación para ganar el partido del domingo es ganar la liga.

Proponte metas retadoras y realistas, escríbelas y ponle plazos.
Cuando las consigas renuévalas.
Escríbelas porque el mensaje escrito refuerza el compromiso y además resulta muy motivador tachar los avances. La automotivación es un proceso continuo, cuando alcances una meta, plantéate inmediatamente la siguiente. Si no, corres el riesgo de quedar estancado.

Dale sentido a todo lo que hagas


Recuerda el picapedrero que construía catedrales picando piedra (lo puedes ver en este enlace  Hacer bien tu trabajo no es suficiente 5.html  al post anterior)


Busca el significado último de lo que haces.

Cuando buscas la relevancia de tu trabajo, das mayor sentido a tu actividad laboral y facilitas tu automotivación. Si ves tu empleo como un mal irremediable carente de misión, trabajaras con el piloto automático puesto y sin ninguna ilusión.

Se trata de encontrar el porqué de lo que haces y encontrar el motivo más trascendente para  hacerlo, esto hará que te esfuerces más. Tu trabajo tendrá más sentido para ti si conoces la finalidad última.


Ponle ilusión 

Somos humanos y tenemos días mejores y peores, no todo es alegría y entusiasmo, a lo que hay que sumar que hay tareas dentro de nuestra responsabilidad que nos gustan menos o nada.
El trabajo lo puedes hacer con ilusión o con desgana, si lo haces con ilusión estarás más motivado. No se trata pues de hacer solo lo que te gusta sino de conseguir poner toda la ilusión posible en todo lo que haces.

Pon toda la ilusión posible en todo lo que hagas
¿Qué hacer cuando no hay ilusión? La respuesta no es difícil. Debemos esforzarnos por hacer de igual manera y con la misma “responsabilidad” todas las tareas, esa es la clave, apelar a tu sentido de la responsabilidad, a pesar de no sentir ilusión por alguna de ellas. Una vez realizadas, volverás a recuperar la ilusión con las tareas que si te gustan.
Si no te esfuerzas por hacerlo y esperas a que vuelva la ilusión, acabaras por hacer muy poco o nada entrando en la espiral de la desmotivación.

Tenaz y perseverante

Dejar de luchar cuando no te sale bien o encuentras  obstáculos es muy desmotivante. Es cierto que tiendes a desanimarte  cuando algo no sale como esperabas. Si desistes ante el obstáculo, entras en un bucle de desmotivación que te lleva a poner menos ganas y lógicamente a tener menos posibilidades de conseguir tu objetivo.

La determinación es la mejor forma de activar tu motivación.
Así pues cuando estés desmotivado porque algo no sale como esperabas, la mejor manera de volver a motivarte es  esforzarte por conseguirlo. Evita el desánimo, crécete ante los problemas, es en esos momentos cuando tienes que dar lo mejor de ti. Asume y cumple el compromiso de resolverlo. No des un paso atrás: Se perseverante y tenaz y tu motivación se activará.

Conclusión

Muchas pueden ser las causas de desmotivación en el trabajo. Cualquiera de ellas que consiga desmotivarte, va a conseguir en paralelo que tu eficacia profesional se vea reducida. Si quieres ser eficaz tendrás que estar motivado.

La motivación depende solo de ti.

No depende de las circunstancias ni de los demás, aunque no siempre te lo pongan fácil. Eres tú, siempre tú en última instancia quien decide si quiere estar motivado  o no. Ambas elecciones son respetables.
Mi recomendación personal es que lo valores con la información y las herramientas que he puesto a tu disposición con este articulo y actúes en consecuencia. Lograr la automotivación no tiene por qué ser fácil, pero las ventajas que vas a conseguir en términos de eficacia y bienestar personal te van a compensar holgadamente.

Si no encuentras la forma envíame un email  benicio.orozco@gmail.com

¡Muchas Gracias por tus diez minutos!
Benicio Orozco

No te pierdas el próximo post.

La frase
 “Puedo aceptar un fallo, cualquiera puede fallar,  pero no puedo aceptar el no intentarlo”
Michael Jordan, exjugador de baloncesto estadounidense. Propietario del equipo de la NBA los Charlotte Hornets.
Reflexión
“Hoy será un gran día si yo quiero que lo sea”


¿Alguna vez has vivido el proceso de desmotivación descrito arriba? 
¿Hasta qué fase del proceso?

Es tu turno: Cuéntanos como lo superaste o cualquier otra aportación, sin duda será interesante. Escríbelo abajo en comentarios.
 ¡¡ Muchas Gracias !!

LECTURA ADICIONAL RECOMENDADA: Mejora tu eficacia_2.html

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Fuentes: Anécdota de La ranita sorda extraída del libro “La culpa es de la Vaca” de Jaime Lopera Gutierrez  y Marta Inés Bernal Trujillo
 “ La casa de la eficiencia” de Pablo Maella   http://pablomaella.com/web/
                “Los siete hábitos de la gente altamente efectiva”.  Stephen Covey
“Organízate con eficacia” David Allen
“La nueva gestión del Talento” Pilar Jericó. http://www.pilarjerico.com/ 
“Motivación o Automotivación” Miguel Angel Velázquez Martín . Director del centro de investigación en valores http://mavelazquez.blogspot.com.es/
“Las ocho claves del liderazgo del monje que vendió su Ferrari” Robin S. Sharma


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